clave sobre el cuidado de las
suculentas. son de bajo mantenimiento, requieren atención específica en cuanto
a la luz, el riego y el sustrato. Las suculentas almacenan agua en sus hojas,
tallos o raíces, lo que influye directamente en sus necesidades de riego.
También he aprendido sobre la importancia de la pruina, un polvo blanco que las
protege del sol, y cómo algunas especies cierran sus hojas para evitar la
exposición directa.
En cuanto a la luz, las
suculentas necesitan entre 6 y 8 horas de luz solar al día, ya sea directa o
indirecta, dependiendo de la especie. Es crucial observar señales de exceso
(hojas amarillas, manchas marrones) o falta de luz (crecimiento lento, hojas
pálidas). Respecto al riego, la técnica de 'empapar y secar' es fundamental,
permitiendo que el sustrato se seque completamente entre riegos para evitar la
pudrición de raíces. Las señales de exceso de agua incluyen hojas blandas y
translúcidas, mientras que la falta de agua se manifiesta con hojas arrugadas o
marchitas.
La frecuencia de riego varía con
las estaciones, siendo más frecuente en primavera y verano y reduciéndose en
otoño e invierno.
Composición Ideal del Suelo
la composición ideal del sustrato
para suculentas, que debe imitar las condiciones secas y minerales de su
hábitat natural. Un buen sustrato combina materiales orgánicos (fibra de coco,
compost maduro, humus de lombriz) e inorgánicos (arena gruesa, perlita, piedra
pómez, tezontle o grava volcánica) para asegurar un drenaje rápido, buena
aireación y una retención moderada de humedad. El drenaje es el factor más
crítico para prevenir la pudrición de las raíces.
La comprensión sobre la
importancia del sustrato y el drenaje. La mezcla ideal para suculentas debe ser
porosa y suelta, combinando componentes inorgánicos como arena gruesa, perlita,
piedra pómez o tezontle para un buen drenaje.
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