miércoles, 30 de julio de 2025

TIPOS DE MULTIPLICACIÓN POR ACODO

 

La multiplicación por acodo consiste en la obtención de raíces de las ramas de una planta sin separarlas de la misma. Una vez conseguimos que las ramas ramifiquen ya podemos separarlas de la planta madre. Con el acodado igual que con la reproducción por esquejes estamos consiguiendo un clon exacto de la planta que hemos multiplicado. Vamos a ver los distintos tipos de acodado que se pueden realizar.


1.- Acodo aéreo.

Este tipo de acodado es el que se suele usar con los árboles con mayor frecuencia, aunque también se puede usar con arbustos y plantas. Se realizan unos cortes en la corteza de una rama y se rodea de sustrato, se embolsa y se deja un tiempo hasta que se produce el enraizamiento. Azaleas y camelia, acebos, higuera, laurel y algunos más se pueden reproducir con este acodado



2.- Acodo simple: Típico de enredaderas y arbustos, se entierra una rama baja, joven y flexible formando una curva, se le practica un corte en dicha zona y se sujeta con una estaca. Se cubre y se deja fuera el extremo con hojas. Zarzas, brezos y avellanos son algunos de los candidatos para este tipo de acodo.


3.- Acodo de punta: Se introducen las puntas de las ramas unos ocho centímetros en el suelo, se curva un poco y se sujeta con alambres. Se suele usar con zarzamoras, groselleros y frambuesos.



4.-Acodo múltiple: Especialmente indicado para plantas trepadoras como el jazmín, madreselva y demás. Requiere ramas largas y flexibles, la técnica es idéntica al acodo simple sólo que se entierra varias veces la misma rama para obtener varias plantas de una misma rama.



 5.-Acodo en trinchera: Esta técnica se suele usar en los viveros para multiplicar árboles frutales que son difíciles de reproducir por otros métodos. Se planta el árbol muy inclinado, después se cubren las ramas y el tronco dejando sólo las puntas de las ramas y los brotes nuevoal aire. Se usa con manzanos, nogales y ciruelos.



6.-Acodo en montículo: En esta técnica se cubre el tronco del árbol o arbusto plantado verticalmente en el suelo. Se han de cubrir las ramas del árbol para que echen raíces. Es similar a la técnica anterior. Se usa con manzanos, groselleros, arándanos y membrilleros





domingo, 27 de julio de 2025

Características destacadas del algarrobo negro: (Prosopis Nigra)

 

            Características destacadas del algarrobo negro: (Prosopis Nigra)

El algarrobo negro es una especie de árbol nativa de América del Sur, científicamente conocida como Prosopis nigra. Es un árbol de tamaño mediano a grande, que puede alcanzar entre 4 y 20 metros de altura, con una copa redondeada y, en algunos casos, un tronco espinoso.

                                         


El algarrobo negro: (Prosopis Nigra)

Adaptación al entorno: Es una especie muy resistente, adaptada a climas secos y áridos, y puede crecer en suelos pobres.  Pertenece a la familia de las Leguminosas También tolera el mal drenaje y puede sobrevivir en sitios que se inundan periódicamente.

Fijación de nitrógeno: Al igual que otras leguminosas, establece una relación simbiótica con bacterias del suelo que le permiten fijar el nitrógeno atmosférico, enriqueciendo el suelo.


Madera: Su madera es reconocida por ser dura, pesada y muy resistente, con baja contracción. Es utilizada en la fabricación de muebles, pisos, postes y barriles. También se destaca por su durabilidad natural ante hongos e insectos.

Importancia ecológica y cultural: Desempeña un rol crucial en el ecosistema, proporcionando sombra, alimento y refugio a diversas especies animales, y sus raíces ayudan a estabilizar el suelo y prevenir la erosión. Históricamente, ha sido una fuente de recursos vital para las comunidades de pueblos originarios de la región.

En resumen, el algarrobo negro es un árbol de gran valor ecológico, económico y cultural en las regiones donde se distribuye, especialmente en el centro y norte de Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil. Es un recurso multifacético que ofrece madera, alimento, forraje y beneficios para el medio ambiente.



Algarrobo Negro como Bonsái

El algarrobo negro (Prosopis nigra) es una excelente elección para cultivar como bonsái, aunque presenta algunos desafíos debido a sus características naturales. Su resistencia, capacidad de adaptación y la belleza de su tronco y follaje lo hacen muy atractivo para esta práctica.

 

Consideraciones clave para cultivar un algarrobo negro como bonsái:

Origen y Adaptación: Al ser un árbol nativo de zonas áridas de Sudamérica, el algarrobo negro está acostumbrado a condiciones difíciles. Esto se traduce en una gran resistencia a la sequía y a diferentes tipos de suelo, lo cual es una ventaja para el bonsaísta. Sin embargo, su vigoroso crecimiento natural requiere una poda y manejo constantes.

                                 


Crecimiento Rápido y Poda: El algarrobo negro tiene un crecimiento relativamente rápido. Esto es bueno para engrosar el tronco y las ramas principales en las primeras etapas, pero significa que necesitarás podas de formación y mantenimiento frecuentes para controlar su tamaño y dar forma. La poda drástica es bien tolerada, lo que te permite corregir errores o refinar el diseño.


Ramificación y Hojas: Sus hojas son pequeñas y compuestas, lo que se adapta muy bien a la escala de un bonsái. La ramificación tiende a ser un poco irregular al principio, por lo que es importante dirigir el crecimiento con la poda y el alambrado desde joven para conseguir una estructura fina y densa.

Riego: Aunque es resistente a la sequía, como bonsái, necesitará un riego regular y controlado. Lo ideal es dejar que el sustrato se seque ligeramente entre riegos para evitar el encharcamiento, que podría pudrir las raíces.

Sustrato: Utiliza un sustrato bien drenado. Una mezcla para bonsái estándar con arena gruesa, pómice o akadama será adecuada. Esto es crucial para la salud de las raíces y para evitar el exceso de humedad.

Ubicación: Necesita mucha luz solar directa para prosperar. Si vives en un clima donde las temperaturas bajan mucho en invierno, será prudente protegerlo de las heladas extremas, aunque es bastante resistente.


si se trabaja la ramificación desde temprano. Su corteza rugosa y el potencial para un tronco grueso le dan un carácter antiguo muy deseado en los bonsáis.

En resumen, el algarrobo negro es un candidato gratificante para bonsái si estás dispuesto a dedicarle tiempo a su poda y formación. Su rusticidad y su estética natural lo convierten en un espécimen único y muy apreciado.


ficus variegado... mantenimiento


El Ficus variegado es una variedad de Ficus (como el conocido Ficus benjamina o Ficus triangularis) que se caracteriza por tener hojas con patrones de colores, generalmente verde y crema, blanco o incluso con toques rosados. Esta variegación le da un aspecto muy llamativo y decorativo, lo que lo convierte en una planta de interior muy popular. La particularidad de sus hojas es que las zonas más claras carecen o tienen menos clorofila, lo que las hace más sensibles.

 

  Mantenimiento

El mantenimiento del Ficus variegado se basa en proporcionarle condiciones estables que simulen su hábitat natural tropical, pero con especial atención a la luminosidad debido a sus hojas variegadas. Son plantas que, una vez que encuentran su lugar ideal, prefieren no ser movidas. La clave es el equilibrio: ni mucha agua, ni poca luz, ni cambios bruscos.

                                


 

Consejos Clave para el Mantenimiento

Aquí te detallo los aspectos más importantes para que tu Ficus variegado prospere:

Luz: Es fundamental para mantener la intensidad de la variegación. Necesita luz brillante e indirecta. Evita el sol directo, especialmente en las horas más intensas, ya que puede quemar las partes más claras de las hojas. Un lugar cerca de una ventana orientada al este o al oeste, o unos metros alejado de una ventana sur, suele ser ideal. Si recibe muy poca luz, las hojas pueden perder su variegación y volverse completamente verdes.

                   


       

Riego: El riego debe ser moderado y regular. La clave es dejar que la capa superior del sustrato se seque al tacto antes de volver a regar. Esto suele ser cada 7-10 días en verano y cada 15 días en invierno. Un buen truco es clavar un palito de madera en la tierra; si sale húmedo, espera un poco más. Evita el encharcamiento a toda costa, ya que es propenso a la pudrición de raíces. Asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje.

Humedad: Como planta tropical, el Ficus variegado agradece la humedad ambiental. Especialmente en invierno, cuando la calefacción seca el aire, puedes pulverizar sus hojas con agua sin cal o colocar la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua (asegurándote de que la base de la maceta no toque el agua).

Temperatura: Prefieren temperaturas estables, idealmente entre 18°C y 29°C. Son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura y a las corrientes de aire frío, lo que puede provocar la caída de hojas. Mantenlo alejado de ventanas que se abran con frecuencia, puertas o sistemas de aire acondicionado/calefacción.

                                  


Sustrato: Necesita un sustrato bien drenado y rico en nutrientes. Puedes usar una mezcla para plantas de interior de buena calidad.

Fertilización: Durante la primavera y el verano (época de crecimiento activo), fertiliza cada 2 a 4 semanas con un fertilizante líquido balanceado para plantas de interior, diluido a la mitad de la dosis recomendada. En otoño e invierno, reduce o suspende la fertilización.

Poda: Puedes podarlo para mantener su forma y tamaño, o para estimular un crecimiento más denso. Si podas, ten cuidado con el látex blanco que suelta, ya que puede ser irritante.

Plagas y Enfermedades: Son relativamente resistentes, pero pueden ser susceptibles a plagas comunes como cochinillas, araña roja y pulgones. Revisa las hojas regularmente y, si detectas alguna plaga, trátala con un insecticida orgánico o jabón potásico. Los hongos pueden aparecer por exceso de riego o falta de ventilación, manifestándose como manchas en las hojas.

Repotaje: Repota tu Ficus cada 1 o 2 años, o cuando veas que las raíces salen por los agujeros de drenaje. Elige una maceta ligeramente más grande que la anterior.

Estabilidad: Una vez que encuentres el lugar ideal para tu Ficus variegado, evita moverlo constantemente. Los Ficus en general son muy sensibles a los cambios de ubicación y esto puede causar que pierdan hojas.

Con estos cuidados, tu Ficus variegado puede ser una adición hermosa y duradera a tu hogar.

  

 

jueves, 24 de julio de 2025

Mantenimiento De La Alocasia Amazónica...

 

La Alocasia amazónica, también conocida como "Máscara Africana" o "Oreja de Elefante Amazónica", es una planta tropical muy popular por su espectacular follaje. Sus hojas son grandes, con forma de flecha, de color verde oscuro brillante y con venas blancas o plateadas muy marcadas que le dan un aspecto exótico y dramático. A pesar de su nombre, no es originaria del Amazonas, sino de los bosques tropicales del sudeste asiático.


Aquí te presento el concepto y el mantenimiento clave para esta hermosa planta:

                                  


Concepto de la Alocasia Amazónica

Es una planta rizomatosa (o tuberosa, dependiendo de la variedad) que pertenece a la familia Araceae. En su hábitat natural, crece en el sotobosque, recibiendo luz filtrada y beneficiándose de alta humedad. Es apreciada como planta de interior por su atractivo estético y su capacidad para añadir un toque tropical a cualquier espacio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que es tóxica si se ingiere, por lo que debe mantenerse fuera del alcance de niños y mascotas.


Mantenimiento de la Alocasia Amazónica

Para que tu Alocasia amazónica prospere, es fundamental recrear en lo posible las condiciones de su entorno natural:

1. Luz:

Prefiere luz brillante e indirecta. Un lugar cerca de una ventana orientada al este o al norte suele ser ideal.

Evita la luz solar directa, ya que puede quemar sus delicadas hojas, causando manchas marrones o blanqueamiento.

No tolera condiciones de poca luz; si no recibe suficiente luz, perderá el contraste de color en sus venas y eventualmente puede morir.

2. Riego:

Mantén el sustrato uniformemente húmedo, pero nunca encharcado. Permite que los primeros 2-3 cm de la tierra se sequen antes de volver a regar.

Un exceso de agua es el principal causante de pudrición de la raíz, que se manifiesta con hojas amarillentas y un olor desagradable.

En invierno, durante su período de dormancia, reduce la frecuencia de riego, ya que la planta consume menos agua y el sustrato tarda más en secarse.

Si ves gotas de agua en las puntas de las hojas (gutación), es una señal de que la planta tiene suficiente agua.

3. Humedad:

Las Alocasias prosperan en alta humedad, idealmente entre 60% y 80%.

Para aumentar la humedad, puedes:

Rociar las hojas regularmente con agua.

Colocar la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua (asegurándote de que la base de la maceta no toque el agua).

Usar un humidificador cerca de la planta.

Ubicarla en habitaciones naturalmente más húmedas como la cocina o el baño.

La baja humedad puede provocar puntas de las hojas marrones con halos amarillos.

4. Temperatura:

Prefieren temperaturas cálidas, idealmente entre 18°C y 27°C.

Son sensibles a las corrientes de aire frío y a los cambios bruscos de temperatura. Las temperaturas por debajo de 15°C pueden ser perjudiciales.

5. Sustrato y Maceta:

Requiere un sustrato rico, con buen drenaje y aireación. Una mezcla para plantas tropicales o aráceas que contenga turba, perlita, corteza de pino y algo de arena es ideal.

Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje para evitar el encharcamiento.

6. Fertilización:

Fertiliza cada 2 a 4 semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante líquido equilibrado diluido a la mitad de la concentración recomendada.

Algunos cultivadores recomiendan fertilizar con cada riego, especialmente si la planta está creciendo activamente.

No es necesario fertilizar durante los meses de invierno o el período de dormancia.

7. Poda:

Poda las hojas muertas o dañadas para fomentar el nuevo crecimiento y mantener la planta con buen aspecto.

8. Plagas y Enfermedades:

Las Alocasias pueden ser susceptibles a plagas como:

Araña roja: Pequeños ácaros que dejan telarañas finas y manchas amarillas o marrones en las hojas. La alta humedad ayuda a prevenirlas. Tratar con agua fría, aceite de neem o jabón insecticida.

Cochinillas: Masas blancas y algodonosas en la planta. Tratar limpiando con alcohol isopropílico o jabón insecticida.

Pulgones: Chupan la savia de la planta, debilitándola.

En cuanto a enfermedades:

Pudrición de la raíz: Causada por el exceso de riego. Retira la planta, recorta las raíces podridas y trasplanta a un sustrato fresco y con buen drenaje.

Manchas foliares: Causadas por bacterias u hongos, aparecen como manchas marrones o negras. Retira las hojas afectadas y mejora la circulación de aire.


9. Propagación:

La forma más común de propagar la Alocasia amazónica es por división de los rizomas o cormos.

Retira la planta de la maceta, sacude el exceso de tierra y separa suavemente las secciones con raíces establecidas.

Cada sección se puede plantar en su propia maceta con un sustrato adecuado.

Los cormos (pequeñas estructuras bulbosas que se encuentran bajo el suelo) también se pueden enraizar en agua o sustrato húmedo hasta que desarrollen raíces y hojas.


jueves, 17 de julio de 2025

Como es la Sansevieria

 

 

La Sansevieria, también conocida comúnmente como "Planta Serpiente", "Lengua de Suegra" o "Espada de San Jorge", es una planta de interior increíblemente popular y fácil de cuidar. Es apreciada por su belleza arquitectónica y su resistencia, lo que la convierte en una excelente opción tanto para principiantes como para amantes de las plantas experimentados.

                                                           


¿Como es la Sansevieria?

Sus características más distintivas incluyen:

Hojas: Son su rasgo más llamativo. Generalmente son largas, rígidas, puntiagudas y con forma de espada, creciendo verticalmente desde una roseta basal. Varían en color, desde verdes oscuros con bandas horizontales gris-verdosas (como piel de serpiente) hasta variedades con bordes amarillos o tonos más plateados o casi negros. Algunas variedades tienen hojas cilíndricas o en forma de roseta más compacta.

Textura: Las hojas suelen ser carnosas y gruesas, lo que les permite almacenar agua, haciéndolas muy tolerantes a la sequía.


Crecimiento: Son plantas de crecimiento lento, especialmente en condiciones de poca luz. Sin embargo, en un lugar con buena luz indirecta, pueden crecer más rápidamente. En su hábitat natural, algunas variedades pueden alcanzar hasta 2 metros de altura, aunque en interiores suelen ser más pequeñas.

                        


Flores: Aunque raramente florecen en interiores, las Sansevierias maduras pueden producir pequeñas flores de color blanco verdoso a crema en un tallo alto. Algunas variedades tienen flores fragantes por la noche.

Origen: Son nativas de las regiones tropicales de África occidental, Madagascar y el sur de Asia.

¿Por qué es tan popular?

La Sansevieria debe su popularidad a varias razones:

Bajo mantenimiento: Es una de las plantas de interior más resistentes y tolerantes al descuido. Puede sobrevivir con muy poca agua y luz, lo que la hace ideal para personas ocupadas o que se consideran "mata plantas."  


Adaptabilidad a la luz: Aunque prefieren la luz indirecta brillante, pueden tolerar una amplia gama de condiciones de luz, desde sombra hasta algo de sol directo (evita el sol directo intenso de la tarde para no quemar las hojas).

Purificación del aire: Son famosas por su capacidad para filtrar toxinas del aire como el formaldehído, el benceno, el xileno y el tricloroetileno, mejorando la calidad del aire interior. A diferencia de muchas otras plantas, la Sansevieria produce oxígeno durante la noche, lo que la convierte en una excelente opción para dormitorios.


Estética: Su forma vertical y sus patrones únicos las hacen muy decorativas y modernas, añadiendo un toque elegante a cualquier espacio.

Beneficios para la salud: Además de purificar el aire, tener plantas en casa puede mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y aumentar la productividad. En el Feng Shui, se cree que traen buena fortuna y energía positiva.


miércoles, 9 de julio de 2025

El Arte Del Bonsái

                                            


Bonsái, una práctica ancestral originaria de Asia, es mucho más que el simple cultivo de árboles en miniatura es una forma de arte viva que combina principio de horticultura, estética y filosofía la palabra bonsái se traduce literalmente como “árbol en maceta” (bon, significa bandeja o maceta, y sai, significa árbol o planta). Lo que encapsula la esencia de esta diciplina, crear una representación miniaturizada y armoniosa de un árbol maduro en su entorno natural, todo dentro de un recipiente.

 

Pero la traducción literal no alcanza para definir su espíritu. Podríamos decir que un bonsái es un árbol o un arbusto en miniatura, la forma estilizada de un árbol silvestre, una planta que soporto los embastes del viento y las lluvias, crece entre las rocas y fue adaptando sus raíces en búsquedas de los nutrientes que necesita para sobre vivir.

                                 


 

Para quienes desconocen el arte del bonsái, los preconceptos están a la orden del día: algunos creen que es un árbol mutilado y hambriento, mientras otros piensan que es el fruto de extrañas manipulaciones genéticas. Pero por suerte, son muchos más los hombres que ven el bonsái una verdadera obra de arte. De las disciplinas artísticas, la que más se acerca al bonsái es la pintura de paisajes: el deseo de reproducir la naturaleza en miniatura.

 

Como en el resto de las artes visuales, la composición la proporción, la profundidad, el color y la textura juegan un importante papel: pero la diferencia con el resto radica en el bonsái es una escritura viva, una obra de arte dinámica en continua evolución.

                                      


El espíritu del arte del bonsái: el bonsái, debe expresar la personalidad y el carácter de quien lo ha cultivado. No existen semillas de bonsái, ni es el resultado de una mutación genética, es el fruto de un prolongado y paciente trabajo que se extiende a lo largo de la vida de la planta, aún más allá de la vida de quien lo cuida. 

 

Historia y Orígenes: aunque a menudo se asocia con Japón, el bonsái tiene sus raíces en China, donde se conocía como “penjing” o “penzai” hace más de mil años. Los monjes taoístas fueron pioneros en esta práctica, creando paisajes en miniaturas que simbolizaban la armonía entre el cielo y la tierra. Durante el periodo Heian (794- 1185) la práctica llegó a Japón, donde evolucionó y se perfeccionó hasta convertirse en la forma de arte que conocemos hoy. Los japoneses refinaron las técnicas, enfatizando la simplicidad, el equilibrio y la expresión de la edad y la sabiduría del árbol.

lunes, 7 de julio de 2025

El arte del kokedama

 

 

El arte Kokedama es una técnica japonesa para cultivar plantas en una bola de musgo, en lugar de macetas en las que crecen las plantas, tuvieron un-Muy próximos a la naturaleza, los japoneses gustan de reproducir en su casa escenarios naturales donde las plantas crecen en un ambiente similar al natural. De ahí nace el bonsái y toda su tradición. El kokedama consiste en cultivar cierto tipo de plantas sobre unas bolas de musgo vivo rellenas de sustrato. El kokedama entronca con una serie de técnicas tradicionales japonesas como:

éxito inmediato en japón y ahora empezamos a encontrarlas en Europa, refinado y de mantenimiento relativamente fácil, el kokedama tiene todo el ingrediente para seducirnos.

                                        


 el Nearai, que consiste en el cultivo de plantas sobre un pequeño cuenco de arcilla o sobre una roca, donde el sustrato está prácticamente al aire.

el Kusamono, que consiste en los cultivos de plantas asociados al bonsái para indicar la estación del año, también se cultiva sobre un pequeño cuenco colocado sobre una antigua madera lacada.

el Bonsái, cultivo de árboles obligados a contener su crecimiento.

 

El kokedama siempre se instala sobre un soporte mineral: pizarra negra, pizarra verde, cerámica o bien sobre madera semipreciosa o madera petrificada. Esta combinación de minerales y vegetales añade una nota muy moderna que hace referencia al jardín Zen japonés. La disposición a veces muy básica de las plantas sobre la esfera de musgo toma prestados los códigos del Ikebana, arte floral japonés. Las composiciones son a la vez simples y muy gráficas. Musgo o musgos, ya que se pueden usar diferentes especies de musgo, dando una forma muy natural.

 

 

El mantenimiento: dependerá del tipo de planta que se cultive, aunque hay unas normas generales y comunes a todos. Exposición a la luz, abundante pero no directa, es una norma común a todo cultivo de kokedama. La temperatura también irá en función de la planta concretamente cultivada, pero en general habrá que huir de fuentes de calor y frío artificiales, así como de las corrientes de aire.

El kokedama se riega por inmersión de la bola de musgo en un recipiente, una vez por semana en invierno y dos veces en verano o más dependiendo de la intensidad del calor y el grado de humedad ambiente. En verano será aconsejable pulverizar agua regularmente, con una botella nebulizadora, sobre la bola de musgo. El abono siempre será líquido y disuelto en el agua de riego, dicha dilución se hará con diez veces más agua de la recomendada por el fabricante para no quemar el musgo ni las raíces de la planta.

Aquí te doy un resumen de cómo hacerlo:

1.  Prepara la mezcla: Necesitarás sustrato universal o turba, tierra de akadama (o vermiculita como sustituto), y humus de lombriz. Mezcla estos materiales hasta que puedas formar una bola que no se rompa.

Prepara la planta: Limpia las raíces de la planta que vas a usar, quitando la tierra.

Forma la bola: Cubre las raíces de la planta con la mezcla de sustrato, formando una bola compacta.

Cubre con musgo: Humedece musgo y cubre la bola de sustrato.

Asegura el musgo: Usa hilo para sujetar el musgo a la bola, dándole la forma deseada.

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Cuidados del Kokedama

El cuidado de un Kokedama es bastante sencillo, pero requiere atención a algunos puntos clave:

  • Ubicación y Luz:
    • La mayoría de los Kokedamas están pensados para plantas de interior, por lo que necesitan luz indirecta o filtrada. Evita el sol directo, ya que puede quemar las hojas de la planta y resecar el musgo rápidamente.
    • Mantén tu Kokedama lejos de fuentes de calor o frío extremo (como radiadores, aires acondicionados o corrientes de aire fuertes), ya que los cambios bruscos de temperatura no les sientan bien.
    • El musgo prefiere ambientes húmedos y sombríos, así que una buena iluminación indirecta es clave para mantenerlo verde y saludable.
  • Riego:
    • La forma más común y efectiva de regar un Kokedama es por inmersión. Sumerge la bola de musgo completamente en un recipiente con agua, a temperatura ambiente (idealmente agua sin cloro, de lluvia o filtrada).
    • Deja el Kokedama sumergido hasta que dejen de salir burbujas, lo que indica que el sustrato ha absorbido suficiente agua. Esto suele tardar unos 5 a 10 minutos.
    • Una vez que las burbujas cesen, retira el Kokedama y déjalo escurrir bien para eliminar el exceso de agua antes de volver a colocarlo en su lugar. No lo aprietes para escurrir.
    • La frecuencia del riego dependerá de la estación, la temperatura ambiental y la planta. En general:
      • Primavera/Verano: 1 o 2 veces por semana, o cuando sientas que la bola de musgo está ligera o seca al tacto.
      • Otoño/Invierno: Cada 10 o 15 días, o cuando notes que el musgo está seco.

EL AGUA Y LOS SUELOS: (SU FERTILIDAD)

  El concepto de agua y suelos está estrechamente relacionado con la fertilidad de los suelos.                                 Agua y suel...